lunes, 7 de septiembre de 2009

Análisis de mi entorno

Amo... odio...

Amo el viento de verano, amo cuando la gente me sonríe, amo los días soleados, amo los colores, amo los entornos en que hay música que a mí me gusta, amo los regalos, amo los espacios verdes, amo los espacios no convencionales, amo los olores que me remiten a otros tiempos, amo que fluya el tráfico.

Odio el smog, odio los conflictos, odio el estrés de la gente y el mío, odio el clientelismo, odio las poses exageradas, odio los sapos, odio los intolerantes, odio los espacios llenos, odio las rutinas, odio los ruidos no sustentados.

Hábitos de consumo


En realidad, en mi casa somos bastante ahorradores. Mi mamá es anti-consumista en casi todo. De hecho, a veces exagera. Cree que todo es reutilizable o que en algún momento le va a ser útil. Así, hay muchas cosas que se utilizan o no se botan sino hasta que realmente hayan terminado su ciclo. En ropa y demás sí somos más consumistas. Nos gusta comprar y quizás tengamos cosas que no utilicemos al 100%. En música también somos consumistas. Mi mamá compra mucha música o la obtiene del Internet, aunque en general siempre escucha todos sus discos. Por el otro lado, mi papá es más consumista que mi mamá en muchas cosas como en la ropa u otros bienes suntuarios, especialmente tecnologías y novelerías de ese tipo. Mi mamá siempre trata de comprar lo estrictamente necesario. Sólo se excede en alimentos y en mimos para mi perra o cosas que pedimos. Mi papá no. El lo hace porque no tiene control ni conciencia de comprador, entonces no distribuye su dinero sino que encuentra necesidades especialmente en ropa, artículos electrónicos (cuando viaja) o cuestiones de deporte como entradas a partidos de fútbol o para ejercicio personal.

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